Reynosa, Tam.- En una misma semana, los elementos de la Policía Federal que se encuentran asignados a ésta ciudad, retomaron el título de “peligrosos”, pero para la población.
En pocos días, los prepotentes agentes federales protagonizaron dos percances viales, uno de ellos de mayor gravedad, que causó lesiones a tres personas, debido a que les dio nuevamente por andar en peligrosas persecuciones por las calles de Reynosa, que ya empezaban a recobrar su tranquilidad.
La noche del miércoles uno de los vehículos oficiales de la PF se volcó en el puente que se localiza frente a la Unidad Deportiva Solidaridad, al tratar de dar alcance a una unidad que seguramente les habrá parecido “sospechosa”.
El accidente trajo como consecuencia primaria severas lesiones en varios de los elementos que se desplazaban en la patrulla, la que acabó volcada sobre la cinta asfáltica.
Se trataba del famoso “Rinoceronte”, el vehículo blindado que se supone, está acondicionado para entrar en acción en ciertas situaciones de confrontación armada, pero no para persecuciones como lo utilizaron en ésta ocasión.
Debido a que no es una unidad de alta velocidad y además que todo indica que estaba siendo operado por un inexperto, el “Rinoceronte” terminó volcado en la carretera a Rio Bravo, por lo que fue necesaria la intervención de una grúa para volver a incorporarlo.
Como suele suceder en éstos hechos, los agentes federales no dieron a conocer detalles acerca del accidente, tampoco la cantidad de elementos lesionados, mucho menos sus identidades.
Lo que si se sabe es que fueron varios, pues fueron siendo trasladados a varios hospitales de la localidad para su atención médica.
Apenas unos días atrás, en la carretera a Monterrey, a la altura de la entrada a la colonia esfuerzo Nacional, otra de las unidades blindadas que utiliza la Policía Federal para “cuidar” a los reynosenses, se impactó en uno de los retornos contra un Taxi.
En esos hechos también hubo una persona lesionada de gravedad, según trascendió.
Muy quitado de la pena, el taxista cruzaba la peligrosa carretera protegido por la luz verde del semáforo, pero nunca se imaginó que de pronto iba a ser impactado por la camioneta tipo Suburban blindada de los federales, que con tal de alcanzar sus objetivos, no les importó quién se atravesara.
Por si eso no fuera poco, el chofer del Taxi recibió todo tipo de amenazas e intimidación de parte de los elementos de la PF, según se logró saber.
Es evidente que la pericia para conducir unidades oficiales en ciudades grandes, no es lo mejor que hacen los elementos de esa corporación.
En ambos casos, después del accidente los hechos registrados por el pésimo comportamiento de los federales, se han originado kilométricos embotellamientos, ya que los agentes no quieren ni la ayuda de autoridades de vialidad, ni la presencia de medios de comunicación.
