lunes, 18 de julio de 2011

Apoyos al Fútbol…Legado de nuestros héroes

Reynosa, Tam.- La euforia se contagió rápidamente conforme la selección mexicana sub 17 avanzaba imparable hacia la conquista del campeonato del mundo, el segundo de manera consecutiva.
Por segunda ocasión en la historia de los mundiales de esa categoría, los logros del grupo de jóvenes mexicanos comenzaron a convertirse en el tema favorito de todos los círculos sociales del país, principalmente los políticos, que no dejarían pasar la oportunidad para adornarse.
Ganar la copa del mundo fue la coronación de los esfuerzos de esos muchachos que quisieron demostrarle a todos, como buenos mexicanos, que cuando se quiere, se puede, a pesar de todos los obstáculos y golpes sufridos en el trayecto.
Solo que también, la heroica actuación de los seleccionados, dio paso hacia una catapulta que ha servido desde ese momento, para que gobernantes estatales y municipales, sin dejar atrás al ejecutivo federal, se lanzaran encima de los hijos prodigios de México y de cada lugar de donde son originarios, para colgarse medallas ajenas que, por la realidad de las cosas, se consideran inmerecidas.
No es un secreto el que los campos municipales, por citar los primeros puntos en el camino de un futbolista (en éste caso), son olvidados por la mano del gobierno, dejándole a esos deportistas, terrenos en deplorables condiciones que por lo regular causan el desánimo de quienes se atreven a jugarse el físico por amor al deporte.
Desde siempre, los campos “llaneros”, donde se forjan los primeros pasos, han recibido de parte del gobierno la indiferencia y el menosprecio institucional, dejando esos espacios en el abandono y solo rescatados a medias en tiempos de campañas políticas.
Es por eso que con la llegada de los seleccionados juveniles Julio Gómez, originario de Tampico y Alfonso González, de Reynosa, ambos campeones del mundo con la sub 17, y tomando en cuenta la euforia gubernamental tanto del Estado como de los municipios, se espera que todas esas promesas hechas por los alcaldes y por el Gobernador Egidio Torre Cantú, que hasta una banda naranja se puso en la cabeza para tomarse la foto, lleguen a cristalizarse por el bien de miles de jóvenes que prefieren hacer deporte y no andar en malos pasos.
Julio Gómez, Alfonso González, Dinorah Garza, Edgar Hernández, Javier Báez, Jorge Echevarría, son tan solo algunos de los nombres de reynosenses que a través del deporte han llevado el nombre de Reynosa, y de Tamaulipas a un lugar decoroso en el futbol nacional e internacional.
Eso sin mencionar a brillantes deportistas que han destacado en otras disciplinas como el beisbol, el basquetbol, atletismo, box, etcétera.
Ojalá que el esfuerzo y la muestra de valentía de ese grupo de jóvenes encabezados por Raúl “El Potro” Gutiérrez para conseguir el segundo campeonato del mundo en la categoría sub 17, no sea sólo motivo de alaridos, de porras, de vivas y de recibimientos a bombo y platillo, sino el motivo para que los respectivos gobiernos volteen sus miradas hacia el futbol soccer, a modo que destinen los suficientes recursos para mejorar la infraestructura deportiva.
Ojalá también que esos fines no se desvíen hacia el lucro como ha venido ocurriendo en muchas instalaciones deportivas de Reynosa, a las que se les invierten millones de pesos y son puestas en manos particulares para un uso abusivamente lucrativo.
Se espera también que entrenadores de futbol no se cuelguen de los logros de esos jóvenes campeones del mundo, para sacar raja de los inocentes gobiernos a modo de que sigan exprimiendo los bolsillos de las familias, con la impunidad con la que lo han hecho hasta ahora.

Esperemos entonces que el más reciente logro de la selección mexicana en el campeonato del mundo sub 17, deje verdaderamente un…legado de nuestros héroes.

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